Dos veces en mi vida he sentido lo que volví a sentir ayer.

Dos veces en mi vida he sentido lo que volví a sentir ayer. La primera fue en la presa de Itaipú en Brasil en 2011 y ayer en la presa Hoover de Nevada.

Me gusta mucho ver obras de ingeniería tan impresionantes porque me ayuda a sentir dimensionar el mundo, la inmensidad, la conexión con el entorno y darme cuenta como cada elemento por pequeño que sea forma parte de un conjunto perfecto en dónde todo lo que hacemos o no hacemos tiene un impacto.

Personalmente siempre se me complica el balance entre el mundo interior y todo el entorno, la vida social, etc... Desde chica me acuerdo que vivir en el mundo de las ideas era mi lugar favorito. A veces me han dicho que parezco extrovertida, pero la verdad es que se me da más la introspección, aunque me encantan las conexiones interpersonales.

Últimamente tripeo mucho con esto, cómo cada cosa que vamos viviendo tiene un porqué y un para qué? dice @borjavilaseca las causalidades no existen! Y me ayuda a sentirme en paz con los procesos que voy y todos vamos viviendo.

En 2011 cuando fui a Itaipú yo apenas llevaba un año de haber llegado a vivir a CDMX.
En ese entonces visitar esa presa me impresionó muchísimo, tanto que tomé mil fotos y regresando a casa no podía dejar de contarles de esa presa a varios colegas.

Me acuerdo que sentí tantas cosas que esa energía creativa me llevó por muchos lados, publicar las fotos en la página de una revista, hacer una mini expo con esas fotos en la Condesa.. cenamos pizza, así fui conociendo a más personas en la ciudad, siempre me he sentido cómoda conectando a través de la creatividad, porque así todo lo siento genuino.